Mucho me temo que este chiringuito habrá sido presa de la Ley de "según que" Costas. Habrá desaparecido un habitat más para las Sirenas de piernas bronceadas aficionadas al tinto de verano. Pronto se convertirán en otra especie en peligro de extinción.
¡Sugerente! El chico podría estar tan borracho que piensa que no puede ir con ella al fondo del mar, que es una sirena. Pero, ¿y si siempre fue una chica de piernas largas y bronceadas, y él ha rechazado el ofrecimiento de que se vaya con ella? Me gusta el gesto de dolor transformado en sonrisa a través de la copa (de nuevo las sonrisas te persiguen ;) ). Siempre es un placer leerte. Un besote enorme.
Creo que no escribí esto con doble sentido. Lo único que pretendía era provocar "sonrisas". Aunque igual mi subconsciente ha hehco de las suyas y de aquí sale un psicoanálisis que me lleva directo al manicomio. Que miedo. Gracias por leerme, aunque sea con tantas expectativas.
Ja, ja, ja. Desde luego, no somos nadie, eh? De todas forma, siempre he pensado que las sirenas son unos bichos sin ninguna gracia...
ResponderEliminar¿y quién te asegura que no vayas a morir igual de ahogado siguiendo a esas dos largas piernas bronzeadas? ¡original y refrescante!dominique
ResponderEliminarJuan no le quites la ilusión al pobre chaval. Ya tiene bastante con que le hayan dado gato por liebre o Rioja por Don Simón vete a saber.
ResponderEliminarToda la razón Dominique. Los mares por los que pueden ir esas piernas tienen pinta de ser muy peligrosos.
ResponderEliminar¿Y dónde está ese chiringuito?
ResponderEliminarSólo lo pregunto por curiosidad, no por saber si hay o no más damisirenas como ésa, claro.
Mucho me temo que este chiringuito habrá sido presa de la Ley de "según que" Costas. Habrá desaparecido un habitat más para las Sirenas de piernas bronceadas aficionadas al tinto de verano. Pronto se convertirán en otra especie en peligro de extinción.
ResponderEliminar¡Sugerente! El chico podría estar tan borracho que piensa que no puede ir con ella al fondo del mar, que es una sirena. Pero, ¿y si siempre fue una chica de piernas largas y bronceadas, y él ha rechazado el ofrecimiento de que se vaya con ella?
ResponderEliminarMe gusta el gesto de dolor transformado en sonrisa a través de la copa (de nuevo las sonrisas te persiguen ;) ).
Siempre es un placer leerte.
Un besote enorme.
Creo que no escribí esto con doble sentido. Lo único que pretendía era provocar "sonrisas". Aunque igual mi subconsciente ha hehco de las suyas y de aquí sale un psicoanálisis que me lleva directo al manicomio. Que miedo.
ResponderEliminarGracias por leerme, aunque sea con tantas expectativas.
Esas sirenas siempre andan a la zaga.
ResponderEliminarinteresante micro
Salut
Cris
Gracias por tu comentario Cris. Las sirenas van a la zaga de los que no están serenos.
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