El próximo 18 de abril, a las 7 de la tarde, en la librería ARGOT de Castellón presentaré mi próximo libro: Cuando la vida se pone perra. Ilustrado con fotografías de Víctor Aranda García.
Entrevista en Radio Castellón
Entrevista en Onda Cero (a partir del minuto 17)
Artículo en Mone Monkey
Como adelanto os dejo el comienzo de uno de los relatos:
NOTAS INOPORTUNAS
Las
primeras notas del violonchelo llegan inoportunas. Hoy no son
bienvenidas. Todas las tardes la misma suite de Bach. Una melodía
triste, que atraviesa el encofrado, se expande por el falso techo y
se filtra a través de la talla amenazando con quedarse allí colgada
perpetuamente. Como si fuese una araña en su tela, dispuesta a sonar
para atraparnos al menor movimiento en falso que demos, absorber
nuestra voluntad e inocularnos su melancolía. Es inevitable dejarse
imbuir por su ritmo espeso y comenzar a arrastrar los pies y las
palabras, como si andar y hablar se convirtiese en un castigo. Una
música que invita a derrumbarse, a resignarse y dejarse vencer.
Hasta hoy, ha encajado perfectamente con nuestro deambular por la
casa, hasta el punto de ocupar el espacio que antes ocupaban nuestras
conversaciones. Hoy no, hoy no es momento para Bach. Por eso voy a
subir a pedirle al vecino que, por un día, cambie de partitura, que
busque entre su repertorio algo más alegre; que interprete para
nosotros, aunque sea, “El
cant dels ocells”.
Necesitamos otra banda sonora porque hoy tenemos algo importante que
celebrar. Pero antes de subir me deleito un instante observándote
furtivamente. Te veo recoger los platos, mientras finjo buscar algo
en la nevera, los sacas del fregadero; están secos pero en un acto
reflejo e inútil pasas por su superficie transparente la punta del
delantal, después los apilas en el estante con delicadeza,
provocando un tintineo seco. Disfruto con ese pesar que hay en tu
mirada. Disfruto con él, porque sé que no vas a volver a tenerlo en
mucho tiempo. Pensar que mis palabras van a ser capaces de tornar esa
apatía en ganas de vivir me hace sentir bien.
Podrías
haber descubierto la sorpresa cuando he llegado, pero, como de
costumbre, no has salido a recibirme y he tenido tiempo de guardar la
caja. Aun así, has debido notar algo raro en mi forma de actuar y
supongo que por eso acabas de romper tu perpetuo silencio “Joaquín,
tenemos que hablar”. Tus cuatro primeras palabras en dos semanas,
“tenemos que hablar”: claro que vamos a hablar, yo hablaré al
principio, te contaré lo de esta mañana y después me callaré para
dejarte a ti mostrar tu alegría riendo o, en el mejor de los casos,
llorando. Pero quiero que sea el momento adecuado, por eso no te he
contestado, primero tengo que subir a hablar con el vecino. Es
necesario que todos tus sentidos y los míos estén pendientes de mis
palabras y de tu reacción, no lo hago para grabar nuestra
conversación en la memoria. Si fuese un momento alegre sí que me
gustaría recordarlo. Los momentos alegres hay que enmarcarlos y
guardarlos. Su recuerdo sirve de acicate para intentar repetirlos.
Pero esto no va a ser alegría, va a ser mejor, va a ser felicidad,
uno de esos escasos instantes en la vida que la llenan de
significado. Si tenemos la suerte de tener algún instante feliz hay
que vivirlo plenamente y después intentar olvidarlo, porque no es
fácil que se repita y esa certeza se convertirá, al recordarlo, en
el principal nutriente de la nostalgia. Por eso quiero tener todos
los sentidos pendientes de ti cuando te lo cuente. Por eso me está
molestando Bach.
El resto del relato el 18 de abril...
6 comentarios:
hasta el 18, me está gustando
saludos
Gracias Omar, me alegra que te esté gustando.
Miguel,
¿vas a presentarlo en Valencia?
Pues supongo que sí Elena.
Este es el enlace a mi aportación del día 18:
http://microrelatosilustrados.blogspot.com.es/2013/04/un-tiempo-para-disfrutar.html
Un abrazo.
Casi se me pasa la fecha de hoy, pero copio mienlace también:
http://pablosinbulla.blogspot.com.es/2013/04/castellano-antiguo.html
Saludos
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