jueves, 29 de noviembre de 2012

Entrevista Manuel Vicent II


Fotografía Víctor Aranda
Esperábamos nuestro turno mientras el último sol del atardecer pugnaba con las nubes. Por momentos conseguía vencerlas para llevar sus rayos a la terraza del Hotel Voramar y era una suerte porque comenzaba a correr esa brisa húmeda del otoño que te deja tieso. Dentro del hotel, en la cafetería, los medios convencionales entrevistaban al presidente de Médicos Sin Fronteras y a Manuel Vicent desde hacía una eternidad. Por fin hubo movimiento de sillas y apretones de manos. Nos tocaba, con bastante retraso, pero por fin nos tocaba. Gloria (la coordinadora de las jornadas Castellón Sin Fronteras, en las que intervenía desinteresadamente Manuel Vicent y gracias a la cual habíamos conseguido la entrevista) se adelantó a nosotros y anunció a los dos hombres que todavía quedaba la última entrevista. Manuel Vicent no disimuló cierta cara de fastidio. Al fastidio unió inquietud cuando le explicaron al medio al que pertenecíamos -es comprensible, no es fácil de explicar en qué consiste Mone Monkey-. Daba igual, no tenía escapatoria, ya le habíamos dado la mano y las gracias por concedernos la entrevista, ya comenzaba a sonar el disparador de la cámara de Victor, Jose ya había encontrado el mejor enfoque para grabar, David bloqueaba la única vía de escape y yo me estaba sentando a su lado. Lo teníamos rodeado. Se rindió: “Vale, pero diez minutos” dijo. Diez minutos, diez minutos, diez minutos. Cinco días “leyendo” o “releyendo” sus últimos libros y sus últimas columnas, escogiendo y redactando preguntas (entre los cientos de temas de los que me hubiese gustado escucharle hablar), varias hojas emborronadas intentando dar continuidad a las preguntas y una mañana memorizándolas para diez míseros minutos de entrevista. Nos habían dicho que la entrevista duraría una media hora, así que tenía preparadas casi 30 preguntas, imposible hacerlas todas. Jose tenía problemas con el micrófono pero no podíamos esperar más. Manuel Vicent se impacientaba. Así que disparé la primera pregunta. Incluso después de esa primera pregunta Manuel Vicent parecía incómodo y poco interesado. Suerte que me guardaba en la manga a Doña Vicentica, a partir de su aparición todo fue mucho mejor. Sobre la marcha fui prescindiendo de la mayoría de las preguntas sin un criterio concreto y encima improvisé otras que no tenía preparadas. Al final fueron más de diez minutos y el fastidio y la inquietud dieron paso a un Manuel Vicent muy agradable y elocuente. Aquí os dejo el enlace con la entrevista completa, el audio y algunas de las preguntas que no le hice pero que me hubiera gustado hacerle.


Audio de la entrevista (comienza en el segundo 34):


Preguntas desechadas:

En "Mitologías" dice de Andy Warhol dice que aportó al arte la idea de que la esencia está en el envase. Al leerlo, me acordé de un librero que hace poco me dijo que las ventas de un libro dependían en un 60% de la portada. ¿A ver si al final Warhol tenía razón, y hasta en la literatura lo importante es el envoltorio?

En sus columnas: ¿Le cuesta más escribir sobre temas que le indignan o sobre temas menos comprometidos?

¿Qué opina de la prestidigitación léxica que hacen los políticos actuales para dulcificar las malas noticias a la ciudadanía?

Nos dicen que las protestas violentas dañan nuestra imagen exterior. Parece, en cambio, que la imagen de las colas en los comedores sociales, o los padres de familia escarbando en contenedores, no son ni violentas ni dañinas. ¿Ya nos hemos acostumbrado a ellas?

Fotografía Víctor Aranda





5 comentarios:

Javier Ximens dijo...

Felicidades, Miguel, por la entrevista. Sigo su columna con una ilusión tremenda. Se le ve ya algo mayor, pero por dios que bien escribe.
Venga, un abrazo

Miguel Torija dijo...

Gracias por tu comentario Ximens. Escribe bien y habla muy bien también.

Rosana dijo...

Enhorabuena, ha quedado redonda.


Un abrazo

Rosario Raro dijo...

Miguel,
es una suerte también conocer la tramoya, todos los entresijos le aportan valor. La entrevista está muy bien por parte de ambos interlocutores. Enhorabuena.
Ya espero con impaciencia la próxima a una de mis escritoras preferidas.
Gracias.

Miguel Torija dijo...

Gracias por vuestros comentarios Ros

Me alegra que os haya gustado la entrevista.