martes, 30 de abril de 2013

¿Y SI? (13) y relato de Cuando la vida se pone perra


Esta semana me han publicado dos textos en diversos medios. El primero es la decimotercera entrega de la serie ¿Y SI? que reflexiona sobre el aumento del paro. El artículo ha tenido más de 14.000 lecturas en la revista Mone Monkey (donde fue publicado originariamente después apareció en el diario Levante y en Periodismo alternativo entre otros).

El segundo texto lo ha publicado la Internacional Microcuentista y es el relato "Viernes en el Café Nación" perteneciente a mi libro "Cuando la vida se pone perra"

Dejo aquí el artículo. Para leer el relato podéis ir a la página de la Internacional Microcuentista. 


Fotografía de Víctor Aranda
 
¿Y si el objetivo fuese aumentar el paro?

En ese caso serían comprensibles las palmaditas en la espalda que, desde las altas esferas económicas, no para de recibir el ejecutivo español. En apenas un año el gobierno de Rajoy ha conseguido llevar a más de un millón de españoles al abismo del paro, para alcanzar la insoportable cifra de 6.202.700 parados. Hemos pasado de un alarmante 20% de súbditos por debajo del umbral de la pobreza a un insostenible 30%. Todo un logro.
pasaremos de súbditos a esclavos.
   Dicen que estamos ya tocando fondo. Creo que lo que quieren decir con eso es que pronto estaremos preparados para asumir un cambio de estatus, un nuevo cambio. Hemos ido pasando, en las últimas décadas, de ciudadanos a consumidores, de consumidores a consumistas y de consumistas a súbditos. Pronto se alcanzará el último estado de esta evolución y pasaremos de súbditos a esclavos.
   El nivel de desesperación -dócil desesperación, pero desesperación- al que ha llegado una gran parte de la masa laboral española (parados de larga duración, jóvenes que a los 25 años no han conseguido todavía su primer empleo y mayores de 45 años a los que no paran de decirles que no volverán a trabajar) va a permitir que acepten cualquier condición a cambio de volver a trabajar.
   Ya se comienza a hablar de instaurar contratos “sin cargas sociales”, es decir, empleos que no coticen a la seguridad social, que no computen para la pensión, que no aseguren cobertura sanitaria… Los minijobs van a parecer la panacea al lado de esta nueva perversión laboral.
con la tapadera de reducir el déficit, las políticas neoliberales están logrando laminar los derechos sociales para que todo vuelva al punto de partida.
   El estado de bienestar está en el punto de mira, comienza a quedar claro que ha sido el objetivo de esta crisis. Europa lo había alcanzado después de un esfuerzo descomunal y había demostrado que era posible sustentarlo. Su propagación era, es, una amenaza. ¿Qué pasaría si los trabajadores explotados de todo el mundo se enteraran de que es posible un modelo social como el que los trabajadores europeos están disfrutando? Si esos trabajadores comenzaran a reclamar ese modelo, sería una hecatombe para las cuentas de resultados de las grandes multinacionales que basan sus beneficios en la explotación laboral en el tercer mundo. Por eso, con la tapadera de reducir el déficit, las políticas neoliberales están logrando laminar los derechos sociales para que todo vuelva al punto de partida.
tenemos que decidir entre agradecer que nos conviertan en esclavos o rebelarnos y volver a recuperar derechos, igualdad y dignidad.
   Quizá sea cierto que estamos ya tocando fondo, que estamos llegando al punto de inflexión de la crisis. Pero, si seguimos así, no será el punto más bajo de una parábola, será el punto de inflexión de una sigmoide y la curva en vez de rebotar y comenzar a subir comenzará, rápidamente, a hundirnos en el fango de la desprotección social y la desigualdad. Estamos en ese punto de inflexión y tenemos que decidir entre agradecer que nos conviertan en esclavos o rebelarnos y volver a recuperar derechos, igualdad y dignidad.


Anterior entrega de ¿Y SI? en Mone Monkey: ¿Y SI 12?: ¿Y si dinamitásemos el Palau de la Festa?

lunes, 22 de abril de 2013

Cuando la vida se pone perra: El 5 de mayo en la Feria del libro de Castellón





El 5 de mayo firmaré ejemplares en la Feria del libro de Castellón a partir de las 12:00.



El día 18 de abril se presentó mi nuevo libro en la librería ARGOT de Castellón. Desde aquí agradezco el apoyo recibido por parte de los que me acompañaron ese día. También agradezco las muestras de cariño y felicitaciones que he recibido.

Gracias también a todos los que me han ayudado a que este libro se haga de papel, en especial a Rosario por ser así, a Rafa per les sobretaules i per “pentinar” aquest llibre, a Víctor por retratar la realidad, a Amelia por su valentía y su generosidad y a Adriana, Valeria y Laura por quererme y dejarme quererlas, siempre.


Más información sobre el libro aquí.

Os dejo algunas fotos y enlaces en los que se habla del libro.



Entrevista en la cadena SER

Entrevista en Onda Cero (la entrevista comienza en el minuto 17)

Reseña en Rscritura esférica (José Manuel González de la Cuesta)

Internacional Microcuentista

Entrada en Mone Monkey

Entrada en Jot Down



Si quieres adquirir un ejemplar entra en la página web de URANIA: Venta on-line





























jueves, 18 de abril de 2013

Primavera de microrrelatos indignados 2013: 2ª jornada

La Primavera de Microrrelatos Indignados pretende que durante tres días (21 de marzo, 18 de abril y 16 de mayo) la red se llene de microrrelatos indignados que denuncien el avance de la desigualdad social, las injusticias, los abusos de poder, las humillaciones colectivas, las corrupciones impunes o la desprotección social que en los últimos tiempos estamos padeciendo.

2ª JORNADA DE LA PRIMAVERA DE MICRORRELATOS 2013
A continuación aparecen los microrrelatos que hemos recibido y los enlaces con el resto de blogs participantes en los que se pueden leer más microrrelatos indignados. 
Si quieres participar, todavía estás a tiempo. Sigue las bases de la convocatoria.
Nos vemos en la alambrada.


PARTICIPANTES

Rosana Alonso, Rosario Raro, Pliegos volantes, Ana Vidal, Relatos de andar por casa, La colina naranja, Miguel Torija, Dominique Vernay, Víctor Aranda García, Mone Monkey, Van al aire, ¡ay maricarmen!, montesdetoledo, Gloria Arcos, Juan Luis López, MARULETI, Javier García, Microrrelatos al por mayor, microSeñales de humo, El rincón de la bruja de chocolate, Pequeñas tretas, pequeñas letras, Diseños by Elyely, Elena Torrejoncillo, Mercedes Daza García, Juan Baeza Anguix, En 99 palabras, Petra Acero, Ana Crespo, Carlos Campos Naharros, Petra Didinger, Charo López, Gema Murillo Francés, Javier García, Pilar Saborit, Eternidades y pegos, Leónidas de V., Jorge Duran, Juan Finat, Microrrelatos ilustrados, Saturnino Rodríguez Riverón, Antonio Ortuño, Marta López Cuartero, Alena Collar, Helga Martínez Pallarés, Juan Perezosso, Elena Casero, Lady Dragón, De mis palabras y las vuestras, El cobijo de una desalmada, Arrimados a la sombra, Caleidoscopio, Lola Sanabria, Maribel D'Amato, Montaña Campón, María Jesús Oliver Guasp, Azabache 2, A carón dunha lareira, Crónicas desenfocadas, El circo, Mei Morán, El perro que no ladra, José Chete, Mercedes Suárez Aguirre, La toalla del boxeador, Grimas y leyendas, Rafa Heredero García, Rosa Miró i Pons, LEOpoldo Trillo-Figueroa Igual, Restos de un naufragio, Observando la vida, Memorias de ultramar, Niebla eterna, Sin bulla, Cuervos para tus ojos, El rincón de Nicolás Jarque, Bosques de Marte, Indignados: el lado oscuro de la mirada, La levita del lagarto, Jorge Leal, Los jardines de Puck, Phoeticblog, Yolanda Nava, Juan Pedro Finat, Un libro es un jardín de bolsillo, Susana Meyniel Martí, La prisa y la palabra, Cuentos sin final, Javier García Martínez, Jorge Duran, Esmeralda Sabater, Towanda Martín González, Mari Carmen Aldás Oliver, Charo López, Juan Naranjo García, Isabel Martínez Díaz,4t 2a, Un chin de palabras, Rosa Miró i Pons, La prisa y la palabrayomismawoedpresdotcomdotcom, Mi modo de ver la vida, Marta Salvador, Los restos del naufragio, La cazadora de relatos, Ramón Mª Vadillo, Amelia Díaz, Relatos del más acá, Humor mío, Cirujano de letras, Humor mío, INTERVALOS: El lado oculto de la mirada 


RELATOS


DEMOCRACIA MODERNA

Tras otro discurso vacío en el hemiciclo, la moción fue aprobada, por aclamación, con los votos a favor de los 30 valores del Daw Jones -al alza-, de 2 décimas de reducción del déficit privado español, de 10 prevaricadores indultados y de una palmadita en la espalda. No se contabilizaron votos en contra. Los 6 millones de parados, el millón y medio de dependientes y los 40 millones de usuarios de la sanidad y la educación pública, como de costumbre, escenificaron su inocua abstención con sonoras protestas y masivas manifestaciones.

Miguel Torija

SIETE TEXTOS EN CRISIS

1.- Crisis

Mucho ruido y ninguna nuez.

2.- Microrrelato

Su economía de palabras también se fue a bolina.

3.- Finanzas y sexo

El lugar predilecto del director era la bóveda blindada. Allí hacía el amor con seguridad. Lo mismo perseguía cajeras que mozas de limpieza, ejecutivas o secretarias. El banco representaba su coto de caza privado. Durante la crisis, pudo comprobar cómo se desmoronaba su noción de un sexo seguro.

4.- Recortes personales

El precio del calzado estaba por las nubes. Permitió , entonces, que los cirujanos le amputaran una pierna. Ahorraría de esa manera, la mitad por concepto de zapatos.

5.- Apartamento en las ramas

La ejecución hipotecaria lo dejó en la calle. Fabricó una casa encima de un árbol del parque. Más parecía nido que hogar. Por las mañanas, lanzaba  su trino al viento, antes de salir volando para el trabajo; cuando todavía.

6.- Infarto

También a su corazón lo mandaron al paro.

Saturnino Rodríguez Riverón


CUESTIÓN DE HUEVOS.

Dos niños miran la televisión ansiados de que terminen de una puñetera vez las noticias para poder ver los dibujos animados. Por vigésima vez escuchan al presentador pronunciar la palabra "crisis":

- Yo no sé que es la crisis, pero papá dice que es cuando los políticos no paran de tocar los huevos.
- ¿Qué es un político?
- Pues...supongo que debe de ser el hombre del supermercado que vende huevos.
- Sí, fijo que debe de ser eso. Mi mamá dice que cada vez están más caros.

Javier García Martínez


SIN TÍTULO

Un día vino a casa un señor bien vestido - de negro y corbata negra, como cuando iban de boda o de comunión – Le entregó una carta a la mamá de Jaime, que no pareció sorprendida, porque en realidad le estaba esperando. Había traído a dos amigos, que no llevaban traje sino chándal, y se ensuciaron de polvo al marcharse con las cosas bonitas de la casa. Cogieron la tele, el ordenador, los pendientes de mamá, y el piano de su hermana Elena, que dormía en el salón. A cambio, en un ratito, volvieron la luz, y la calefacción, así que a Jaime no le pareció terrible - solo era un rollo quedarse sin tele, nada más - Lo que ya no le pareció bien fue que se llevaran, poco después, todos los muebles. Desaparecieron uno por uno: la nevera, la lavadora, los cuadros, y la mesa del salón.
Fue cuando no quedó nada que llevarse, que cogieron la casa entera, y la foto de Jaime, contento en el parque con su hermana, del brazo de papá y mamá…
Por eso, a partir de entonces, Jaime fue un niño triste: sabía que les habían embargado la alegría, y ya nunca más pudo volver a sonreír.

Helga Martínez Pallarés


¿ES ESTA LA MARCA ESPAÑA?



Juan Luis López


LA PUEBLADA

El pueblito es muy chico. Casi abandonado. En Argentina, una extensa geografía con hambre, pero también con riquezas.
La escuela de chapa.
La campana colgada de un árbol.
Una enorme olla negra pendiendo de una cadena.
¡Si parece una cabeza!
Abajo el fuego con leña.
Los niños mirando… algunos descalzos, los moquitos colgando.
El frío. La panza que gruñe.
La olla con agua. Solo una esperanza para echarle adentro.
¡El estertor!
La puteada silenciosa del único maestro. Joven, de alpargatas.
Los niños se agrupan a su lado. El acaricia sus cabecitas.
Piensa en esa partida de plata que está en la capital.
Piensa en esos hombres corruptos a quienes les allanaron un galpón con alimentos no recuerda donde.
Grita de pronto el maestro: -¡ Vamos niños !
Caminan por el medio de la calle hasta la fonda del pueblo. Cantan el Himno Nacional.
Comen ahí los que hacen carbón, leña. Los estancieros. Beben, ríen.
-Siéntense niños…
Las miradas se cruzan…
¡Cambia el ambiente!..
-¡ Sírvale a mis niños señora ! – grita el maestro.
-Alguien tendrá que pagar…
El silencio…
Las miradas se buscan
La mujer trae el guiso humeante. Olor a familia.
El maestro pasa la gorra… Su mirada mete miedo.


Jorge Duran

¡¡DEJAME GRITAR!!

Quiero gritarle al mundo, este es el momento y el lugar.
Un grito que alcance el infinito y su eco remueva las entrañas de la existencia. Un grito que desgarre apariencias y reviente inflados "egos" que tumbe como fichas de domino esas falsas culturas que por tradición mantienen los poderes prepotentes del ser humano contra su propio hermano, su hijja, su padre, su madre, su amigo su igual.
Un grito que zarandee el interior del ser humano, ese que se llama así mismo, inteligente, religioso, poderoso, sanador, educador, especialista y semejante a Dios, ese que desea comodidades, ser feliz y defiende ecosistemas.
¿Donde estas, mentiroso de lo que representas?
¿Donde estás cuando le cortan a una niña sus labios vaginales y su clítoris, cosiéndole todo, para que, si no muere desangrada, el hombre que la posea sexualmente,  abrirá lo cosido con una cuchilla, penetrándola con brusquedad y si no muere desangrada, parirá un hijo?.
Tu dirás que  eso  queda lejos, que son tradiciones, seguirás tu vida y te olvidarás.
Pero un día aceptarás que alguien te grite o coarte tu libertad. Dejaras que otros marquen tu camino, otros que en nombre de la tradición, quizás y solo quizás, roben tu auténtica libertad para cuestionarte  lo que hasta ahora, por cultura o tradición has estado aceptando como paradigma de la verdad. 
Deja que te grite al oído, amigo, hermano, tu que te llamas "ser humano", simplemente ahora,
¡¡Dejame gritar!!

Esmeralda Sabater


RECORTANDO GASTOS

¡Puta crisis!, cada vez todo más caro y con la mierda de pensión que te quedó no llegamos ni a mediados de mes –cada día, la misma retahíla de reproches por parte de la esposa.
La culpa la tiene el gobierno –respondía con calma el anciano a la malhumorada mujer mientras podaba un bonsai.
¿El gobierno? Mira que te dije que te reengancharas unos años más pero al señorito no le dio la gana; el señor ya había dado mucha vida a la empresa… ¡Vago, más que vago! Todo el día mirando el jardín y perdiendo el tiempo con las plantas… –volvía una y otra vez la esposa a meter el dedo en la yaga.– ¿Por qué te habré aguantado tantos años con la de pretendientes que me cortejaron?.. Tanto elegir para acabar con el peor.
Paciencia, Pura, que de comer no nos va a faltar –hablaba el viejito mientras intentaba acariciarle el rostro.
¿Comer? A partir de mañana se te acabaron carnes y pescados… No hay dinero para la compra de dos y, puesto que eres el más viejo, necesitarás menos para acabar antes… ¡Qué cruz de hombre, Señor, qué cruz!..
El día en que desapareció doña Pura cuentan que vieron al anciano, con visibles muestras de agotamiento, llevando una pequeña pala manchada de barro. Acababa de plantar unos bonitos rosales por encargo de su esposa.

Towanda Martín González


INDIGNACIÓN


Miguel Torija


INDIGNADA…SÍ

Indignadisimaaaa… Se trata de la Ley aprobada en esta región valenciana, de “la custodia compartida”
Vamos que en el siglo XXI los padres se peleen por un hijo, tiene delito… ir a un juicio donde se declara que un niño de 6 años hace cosas infantiles y que por eso el padre no lo educa bien… eso ha ocurrido y no se la han dado... El menor, mi nieto, dice esta frase: “¿papá, porque duermo mas con la mamá que contigo? quiero estar con los dos igual”… Acaso no es justo lo que pide ese hijo?
Sr. Juez con todos mis respetos, haga justicia… ¡¡ley aprobada en la Comunidad Valenciana!!
Estos juicios duran media hora, se presentan informes llenos de barbaridades y mentiras, normalmente en contra del hombre… es un matrimonio roto, donde por desgracia sólo hay rencor y odio entre los conyugues... Lo peor, las estrategias de un abogado u otro, acusaciones para hacer daño al contrario, testigos entrenados para decir o callar algunas cosas que pueden perjudicar, es muy fuerte...
Las mujeres, no queremos perder la pensión, ni esa Custodia que se nos suele adjudicar, la merezcamos o no, cuando nos divorciamos, en el siglo XXI aún nos parece que el niño es mas nuestro y un hijo nace por el amor de dos seres, hombre y mujer y necesita de padre y madre…
soy otra indignada, mi protesta contra la injusticia…

Mari Carmen Aldás Oliver


ABANDONO

Frente al hospital, una mujer en cuclillas se aferra a una farola. En
su desencajado rostro un pañuelo amortigua sus gritos. Sudorosa resopla
y empuja descompasadamente hasta desplomarse sobre el pavimento. Entre
sus muslos una cabecita amoratada y en su mano una precaria tarjeta
sanitaria.

Charo López


LARGA ESPERA

Cuando salgo cada mañana de casa la gente camina de manera acelerada hacía el autobús, el tren, su coche, para llenar las calles de vehículos tronando ruido y despidiendo humo. Las oficinas, tiendas y restaurantes engendran basura en cadena que adorna en bolsas y cajas rotas las transitadas calles. Todo es como un concierto de ir y venir, donde el que para un segundo para pensar puede ser devorado por una anónima fuerza infectada de engaño, robo, racismo, indiferencia. Quisiera ver el día en el que me levante para decir que el mundo se ha vuelto loco, pero loco de amor, verdad y pureza.

Antonio Ortuño Casas


SOCIEDAD DE CONSUMO


Ana Martínez


INDIGNADOS

Una multitud trajeada hace ondear vigorosamente banderines de todos los partidos políticos. Llevan semanas manifestándose a las puertas del congreso y del senado para que les devuelvan su trabajo. Entre la marea de pancartas hechas a mano sobresalen algunas que rezan: «No somos mercancía, somos personas» o «Nosotros también tenemos derecho a una vida digna». Aunque a diario sufren cargas policiales, se les desaloja por acampar de forma ilegal en las calles y se les criminaliza a través de los medios de comunicación, ellos perseveran en su lucha. «¡Ni siquiera acceden a escucharnos!», gritan algunos ajustándose la corbata ante las cámaras de televisión. «No somos el problema, somos parte de la solución», aseguran otros alzando sus maletines de piel. Mientras tanto en los colegios electorales todas las urnas siguen vacías.
Juan Naranjo García


MÁSTER PLASTIFICADO

La madrugada tibia advierte del calor inclemente que traerá el mediodía. Tiempo de recolección. Aparece una furgoneta, sombras humanas la rodean a modo de púlpito. Un índice sin rostro asoma, decidirá quienes resucitamos por un día. Demasiadas almas hambrientas. Tuve suerte, hoy el invernadero sembrará mi sudor. En la mochila, arrugado, conservo mi titulo de Doctorado.

Lema: Horizonte difuso.

Isabel Martínez Díaz



COTIDIANIDAD

El sol comienza a hundirse en la línea que dibuja el horizonte cuando se une con el mar. En la playa, un perro juega con las pequeñas olas que rompen en la orilla. Dos niños hacen un castillo de arena. Su madre recostada en una pequeña hamaca lee un libro. Una pareja, sentada en una toalla, habla y mira el mar. 
A su izquierda y a pocos metros de ellos se halla el hombre muerto. Cada uno de los miembros de su cuerpo permanece en una postura inverosímil. En la difícil torsión de su cuello emerge, contrastando con la arena clara, un rostro negro de ojos enormes. Su brazo izquierdo está aplastado debajo de su cuerpo mientras que el brazo derecho se estira, volteado sobre la arena cálida, dejándonos ver la blanca palma de su mano abierta. Y de su cadera, colocada en un forzado escorzo, cuelgan las piernas desmadejadas que, embutidas en unos pantalones rotos, finalizan en unos pies desollados. 
Nadie se acerca. Ni siquiera se fijan en él. Ha pasado a formar parte de la cotidianidad de la playa. Como esa brisa que roza la arena, como el perro que corre, como el reflujo de las olas y como ese sol que se hunde en la línea del horizonte...

Mercedes Suárez Aguirre

2023

No hay vuelta atrás. Hoy es el día. Firmó el contrato hace tres años. Tomó la decisión acorralado en el fondo de un lodazal de acreedores. Sin asidero. Asfixiado. A punto de un suicidio irremediable después de dos tiranicidios. Miraba a sus hijas y no podía dejar de pensar obsesivamente en sus futuros injustos, inciertos y dudosos. Estaba invirtiendo en ellas lo que podía y lo que no podía. Estudiosas, comprometidas, responsables, infinitas salidas nocturnas, alguna que otra discusión, adolescencias llevaderas al fin i al cabo. Observaba callado a Marta, la quería pero ya no la amaba. Él siempre le decía que el dinero no hace la felicidad y ella le contestaba pero contribuye. No eran felices. Nunca se imaginaron lo que les costaría devolver la inversión en licenciaturas, masters, estancias en el extranjero… la argolla apretaba el cuello cada mes más fuerte. Los sueldos de ambos se habían visto reducidos considerablemente y de obligado tenían que reintegrar lo prestado. El grillete se convirtió en una ciénaga. Cada vez que intentaban salir, el espeso tarquín lo impedía. La deuda fue creciendo, y el desamor, y los desencuentros, y las broncas… cada uno empezó a llenar sus vacios sin el otro.
            Mirando la televisión una madrugada insomne vio la sugerente publicidad: Reality show en Marte.
            El billete solo es de ida, no hay vuelta. Ventajas: su familia y descendientes tendrán una sustanciosa mensualidad hereditaria. La firma es irrevocable. ¿Quiere firmar el contrato o se lo piensa? Sí. Firmo ahora mismo.

Rosa Miró i Pons


HÉCTOR NO COME

Héctor, a comer. Dice. Dice Luzmaría, mientras se seca las manos en el delantal, aparta el vaso del fregadero, quita el estropajo de la encimera; a ver si compra salva uñas que se están acabando, piensa, que hay oferta de limpieza en el Ahorra más.

Héctor. Qué pesado con las noticias…si nos va a dar igual, enterarse o no, qué más le dará… ¡Héctor,…!, ay qué caramba, ¿pero dónde estás?...
Sale Héctor del baño.
Perdona hija, que no te oía. Mira el gazpacho, y el pollo al ajillo.
Yo no voy a comer, Lali, no debo.
Ya estamos con la manía.
No mujer, es que no debo. No sería decente…
Oye, a ti con la edad te están saliendo manías muy raras…
Que te digo que no; lo que soy es fiel a mis ideas.
Lo mira Luzmaría.
Te va a dar una anemia que a ver cómo te compro yo las medicinas…
Lo agarra del brazo, lo sienta, y empieza a servirle gazpacho.

Alena Collar


PACTAR CON EL DIABLO

¿Cómo que quién soy? ¡El Diablo, naturalmente!
Es que vestido así, sin cuernos ni tridente...
¿Y qué quiere que me ponga? ¿Una capa roja? ¡Se creerían que soy Superman! Déjese de dramas decimonónicos, que estoy más elegante con este traje hecho a medida, corbata de seda inglesa, nudo Winsor, maletín de cuero auténtico... Créame, es lo mejor para mi trabajo
Que es...
Conseguir almas, como la suya, por supuesto. Mire, aquí traigo los contratos.
¿Y tengo que firmar con sangre?
Pero... decididamente es usted un romántico. ¡Sangre!, con lo que ensucia. Mejor utilice este bolígrafo con el logo de nuestra empresa. Firme aquí, para la hipoteca... aquí, para disfrutar del crédito... y aquí, para el aval de la casa de sus padres... puro trámite, no se agobie.
¿Y ya está?
¡Ve qué fácil! Además le voy a contar un secreto. Esa pareja de ancianos también me va vender su alma: los ahorros de toda una vida por unas participaciones preferentes. Pero dejémosles que usted ya tiene lo suyo. Y por favor, si vienen mal dadas por los beneficios desmesurados que solemos obtener, o por nuestra mala gestión, que total, a nosotros nos van a rescatar, no se olvide del suicidio, lo digo por lo del pacto y su alma, ya sabe.
Claro, lo tendré en cuenta, pero en el fondo, lo que a mí me preocupa, que soy una buena persona, es lo que va a hacer usted cuando estalle la Revolución.
¿La... Revolución?
Rafa Heredero García


REBELIONES



Tenía tintes de rebelión consigo mismo, aquella ocurrencia suya: construir con desperdicios de ambiciones adultas un juguete para niños.

Uno que fuera diferente, capaz de destruir la gravedad del futuro que, con el invierno, vendría. Pensado para jugar a llevarse de la mano, directamente hasta el techo de los cielos...

Helga Martínez Pallarés


EXPLICACIÓN


- “¿Es que nunca tienen bastante? ¡Esto es una vergüenza!”.- Exclamé, saltando del sillón.
- “No te enfades”.- dijo mi hija Laura.
- “¿¿QUE NO ME ENFADE??.- Bramé. Y al ver sus ojos asustados abiertos como platos me di cuenta de que estaba perdiendo los papeles.
- “ No se como lo podrías entender”- le dije, tratando de calmarme y volviendo a sentarme. Apagué el televisor y me quedé un rato en silencio pensando.
- “Veras, ahora en casa tenemos problemas de dinero, desde que tu madre se empeñó en cambiar la cocina que aun no hemos terminado de pagar”. Empecé
- “?”
- “Por eso te vamos a reducir la paga semanal”.- dije muy serio.
- “¿Si? ¿y cuanto?”.- preguntó alarmada.
- “ Cinco euros”.
- “ ¡Pues no voy a tener para nada!”.- Rezongó.
- “ Es lo que hay. Además a partir de ahora tendrás que pagarte los pinchazos de la bicicleta. Los arreglos grandes no, pero los pinchazos serán cosa tuya”, seguí con tono grave.
- “¡¡Pero si lo que mas tengo son pinchazos!!”.- Protestó.
- “ No creas que me gusta hacerlo, pero así aprenderás a cuidarla mas y tendrás más cuidado, porque la usas para todo, muchas veces sin ser necesario”.- le dije en plan admonitorio.
- “Ah! Que no se me olvide! Si te haces alguna herida, por caídas, o por lo que sea, te la curará tu hermano Miguel y tendrás que pagarle un euro”.
- “¿COMOO?”.- Gritó. “Que YO tengo que pagarle porque me cure, con el alcohol y las tiritas que hay en casa”.
- “Ese es acuerdo al que he llegado con el” concluí.
-“ ¡AH, NO! ¡ESO SI QUE NO! ¡ESO NI PENSARLO! ¿QUÉ CLASE DE ACUERDO ES ESE?” Seguía gritando. Estaba fuera de si.- “Menos paga y encima pagar los pinchazos y las tiritas”.- y seguía vociferando “ Es que voy a tener que pagar yo la cocina”.- Estaba a punto de echarse a llorar….
- “¡Ajá! Esa es mi hija! Veo que lo vas entendiendo”. Y me eché a reír. Me miró extrañada y poco después su cara cambió. Entendía.
- “Entonces era por eso por lo que te enfadabas…..”. Y me dio un abrazo.

Juan Perezosso
 
NEOESPAÑA
Muere España ante la mirada ingenua de un pueblo creyente de pureza idólatra ajena. ¡Absurda pureza! Raza de postrados cobardes. Muere España en cada copa de festivo Domingo, en el aspaviento folclórico al pícaro. Agoniza España en cada siega del rosal, muere, ante el despiece consentido de carroñeras gaviotas. Muere España y su ignorante he ignorados, llamados por ellos en silencio, plebe de mierda. España agoniza y se muere.
Las voces en las calles, pueblos, cunetas, en las puertas de hospitales, en las instancias judiciales. Voces vacías de ilusión, de conocimiento privados, colegios vacíos de memoria ¡Triste barro! para éstos lodos de pureza idólatra ajena. Muere España por dejar de serlo, sin pueblo, sin pueblo, no hay pueblo España.
Gaviotas sin alas. Rosas sin rojo fuego. Muere España en el negro cuerpo que reza a un muerto cielo; Muere España por las patas verdes, llamadas dinero. Pureza de muertos, raza de cobardes postrados. ¡Viva la España de nadie! Muerte, a la España de "Hunos" pocos.
Ramón MªVadillo.
SIN RED
Cada día lo tenía más claro: había nacido para eso. Llevar la poesía a todos los rincones, a ateneos, a bares, a bibliotecas... Quería hacer sentir ese pellizco en el estómago que se vuelve adictivo y que hace desear más poesía. Y más y más y más.
Así que la decisión no fue tan difícil como podría parecer. Sacó todos sus ahorros, buscó un local, un buen equipo, un diseñador lleno de magia, poetas irreverentes que nunca habrían salido de un cajón... y se lanzó. Pero no, no se lanzó al vacío. Dejó un pequeño colchón de quince mil euros invertido en un producto de los “seguros”, no en esas malditas preferentes. Un producto a diez años, intocable, de los que ya habían pasado cuatro.
Esa mañana, el director de la oficina bancaria donde tenía sus ahorros, le comunicó la noticia. Ella escuchaba incrédula, “decreto ley”, “ayer”, “órdenes de Bruselas”, “no se puede hacer nada”... Sintió que los ojos se llenaban de sal y no supo si era tristeza o ira. Preguntó como pudo. “Sí, un 33% lo quitan directamente; el otro 66% se convertirá en acciones”. ¿En acciones? Ella no quería acciones de una empresa en quiebra. Quería su dinero.
Salió del banco confundida, mareada. Caminó sin saber, sin ver...hasta que vio.

Ya no le podían quitar nada. Todo era suyo. La fuerza. La ilusión. Su gente.
La vida.

Podía volar libre. Ya no había red.

Amelia Díaz