¿Y si el €uro desapareciese?
La tercera entrega de la serie ¿Y si?
La mayoría de los expertos en economía
nos dirían que supondría el desastre absoluto para los paises al
perder la protección que el euro les ofrece. Para los políticos,
siempre más dados a discursos grandilocuentes y vacíos de sentido,
supondría el fin de Europa, una catástrofe tal, que según ellos,
sería mejor no plantearse ese escenario. De todos modos vamos a
planterlo porque tanto unos como los otros han demostrado su
incapacidad como pitonisos frente a desastres económicos.
Supongamos pues, que paulatínamente
los paises de la zona euro fueran abandonándola. ¿De verdad sería
un desastre para ellos? Esos países recuperarían el poder de
decisión sobre su financiacion, sobre sus deudas y sobre su política
monetaria. La política financiera iba a ser un problema para los
paises más pobres (esos graciosamente bautizados como PIIGS). Les
iba a costar encontrar financiación externa para sustituir a la que
ahora les aporta la U.E., con rescates directos o comprando deuda, a
cambio de arrodillarse ante los dictados de la "troika", ese monstruo que
a pesar de ser tricéfalo para muchos actúa sin cerebro. A cambio
recuperarían la capacidad de devaluar su moneda o inyectar capital
al mercado interior. También podrían decidir qué hacer con la
deuda. Básicamente recuperarían la capacidad de a quién, cuándo y
cómo pagar esa deuda. Priorizando, probablemente, a los acreedores
internos. Aquí vendría el problema para los paises ricos, al menos
para los bancos de esos paises que son los que dejarían de cobrar
esa deuda. Puede que entonces acusaran de insolidaridad o injusticia
al deudor, pero estas son las cosas que tiene el capitalismo. Cuando
inviertes puedes ganar o perder. Esos bancos lastrados por los
impagos podrían quebrar (en la actual situación tampoco está
asegurada su viabilidad), pero ya han dejado de ser útiles al dejar
de suministrar crédito, por tanto su quiebra provocaría
desagradables efectos sobre sus ahorradores pero no empeoraría el
principal problema, que es la ausencia de crédito para nuevas
inversiones que permitan animar la economía.
Si los economistas no acaban de
convencernos, ¿tendrán razón al menos los políticos y Europa,
lease la Unión Europea, dejará de existir? Si tuviesen razón eso
significaría que el euro es el único sustento de la Unión Europea.
¿Tienen razón? Sí, tienen razón. Desde la CECA, el embrión de la
U.E., se tomó como nexo de unión entre los paises la economía, la
economía real. Al principio con los acuerdos del acero y el carbón,
después la “libre” circulación de mercancías, la política
agraria común y muchos más acuerdos que salvo honrosas excepciones
siempre han tratado sobre temas comerciales. Pero el problema es que
la economía real dejo paso, con el euro, a la economía virtual. Las
primas de riesgo, los mercados de futuros y otras perversiones han
conseguido centrar las decisiones del eurogrupo. A pesar de algunos
ejemplos como el proyecto Airbus, la E.S.A. y otros fallidos como el
sistema de satélites Galileo que pretendía competir con el sistema
GPS, la economía real no suele ser un punto de encuentro entre
paises, más bien al contrario. Los paises discuten sobre cuotas
agrarias defendiendo sus intereses particulares, aunque al final,
conseguir una mayor cuota láctea por ejemplo suponga producir leche
por encima de la demanda y terminar tirándola o las vergonzosas
ofertas a las multinacionales para que se instalen en tu país. Por
momentos podría parecer que a los europeos nos une más la Champions
League que la Unión Europea.
Sí, el fin del euro, parece que es el
fin de la Unión Europea tal y como está concevida. Pero Europa está
acostumbrada a reconstruirse de sus cenizas. Este hundimiento debería
servir para refundar, bajo otros preceptos una Europa menos
vulnerable. Las relaciones de amistad suelen enturbiarse cuando se
cruza por medio el dinero pero a pesar de eso sin abandonar como
pilar sólido la colaboración comercial y la economía común (la
real) deberíamos potenciar otros factores que nos puedan unir más
sólida y solidariamente.
La política exterior común. Acabar
con esos ridículos y vergonzosos acuerdos de mínimos cada vez que
hay que firmar una declaración contra las injusticias flagrantes que
se producen por el mundo y convertirse de verdad en un referente
mundial intransigente con los crímenes contra la humanidad. Europa
debe ser un referente también cultural, dejar de mirar con
La educación, fomentar que con
programas como el Erasmus
Los derechos humanos, la dignidad de
las personas, el respeto por las diferencias y la innegociabilidad
del estado del bienestar.
Si el euro se hunde, se hundirá la
Unión Europea y entonces podremos refundarla. Si queremos claro. Si
no siempre nos quedará la Champions League.
La tercera entrega de la serie ¿Y si?
3 comentarios:
Blanco y en botella..., se apoyan en la alarma, en el miedo de los ciudadanos a ver si así nos quedamos quietecitos.
Enhorabuena a la revista por ficharte y a ti por el artículo.
Abrazo
Buen artículo, muy claro y muy bien expuesto.
Gracias
Besitos
Gracias Rosana. Opino como tú, usar el miedo como único argumento es mediocre y mezquino.
Gracias Elysa por tu opinión y por subirte a La colina.
Publicar un comentario